jueves, 2 de abril de 2009

El toro español trae premio



Vivimos en unos tiempos desfasados, sin uso de la razón ni del sentido común.
Mientras que unas cien mil personas manifestaban su rechazo al aborto se podía leer en la prensa la noticia del embarazo de un transexual español en espera de gemelos.
Más allá de un problema religioso y ético, es una radiografía del estado de avance de la sociedad en la que vivimos.

Detrás del lema “No existe el derecho a matar, existe el derecho a vivir”, casi 100 000 personas respondieron a la convocatoria de diversos colectivos antiaborto de lo que fue la primera gran movilización de una campaña en contra del texto que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero debe presentar antes del verano.

La Ley tiene por objeto legalizar totalmente el aborto, siempre que se practique dentro de plazos bien específicos, como es el caso en la mayoría de los países europeos.

La actual legislación española, en vigor desde 1985, permite el aborto sólo en tres casos: violación, en un plazo máximo de doce semanas de embarazo, la malformación del feto, hasta veintidós semanas, y el peligro para la salud física o mental de la madre ", sin límite de tiempo.

Es esta última disposición, que suelen utilizar los cientos de miles de mujeres españolas que se someten a un aborto cada año. Sin embargo, la redacción de la ley es suficientemente ambigua para haber dado lugar a que, recientemente, clínicas privadas hayan realizado abortos muy tardíos bajo presuntos trastornos mentales.

Si salvar vidas les parece a algunos "una aberración moral" ¿como aceptar que seres psíquicamente trastornados pidan el derecho a procrear y educar sus hijos?

Rubén:"Yo diría incluso que hay decenas de transexuales hombres en este momento que desean quedarse embarazados. Y además es lógico que piensen así"