En el Foro Mundial del Agua, la movilización política en el dique seco
“Una semana de intensos debates para un resultado decepcionante. Unas 30.000 personas - las empresas, los parlamentarios, las ONG... - Participó en el 5 º Foro Mundial del Agua, la semana pasada en Estambul. Domingo en el Día Mundial del Agua, la sesión ministerial se concluyó con una declaración final tímida, sobre todo que se niega en hacer del acceso al agua un derecho fundamental. El tema ya se debatió hace tres años en México, ha enfrentado Francia, España y varios países de África a los Estados Unidos y Brasil, dos países que consideran el derecho al agua como un derecho económico y social.
Un informe de las Naciones Unidas había advertido antes del inicio del Foro: el crecimiento de la población, el cambio de los patrones de consumo y el calentamiento del planeta provocará escasez de agua y grandes desplazamientos de población en próximas décadas. Las cuestiones se plantearon, quedaba sacar las consecuencias.
En Estambul, los debates han puesto de relieve los estrechos vínculos entre el agua y la energía o la necesidad de mejorar el saneamiento, al mismo tiempo que el acceso al agua potable (80% de las enfermedades en los países en desarrollo están relacionadas con el agua). Las cooperaciones transfronterizas para la gestión de los recursos también se han planteado, causando algunos animados intercambios entre los representantes de Turquía y Siria. Pero en última instancia, la política dio luz a un ratón. Esto impide al Foro, que no está respaldado por ninguna institución internacional, de tener una nueva dimensión.”
Aurore Gorius Le Point.fr
“Una semana de intensos debates para un resultado decepcionante. Unas 30.000 personas - las empresas, los parlamentarios, las ONG... - Participó en el 5 º Foro Mundial del Agua, la semana pasada en Estambul. Domingo en el Día Mundial del Agua, la sesión ministerial se concluyó con una declaración final tímida, sobre todo que se niega en hacer del acceso al agua un derecho fundamental. El tema ya se debatió hace tres años en México, ha enfrentado Francia, España y varios países de África a los Estados Unidos y Brasil, dos países que consideran el derecho al agua como un derecho económico y social.
Un informe de las Naciones Unidas había advertido antes del inicio del Foro: el crecimiento de la población, el cambio de los patrones de consumo y el calentamiento del planeta provocará escasez de agua y grandes desplazamientos de población en próximas décadas. Las cuestiones se plantearon, quedaba sacar las consecuencias.
En Estambul, los debates han puesto de relieve los estrechos vínculos entre el agua y la energía o la necesidad de mejorar el saneamiento, al mismo tiempo que el acceso al agua potable (80% de las enfermedades en los países en desarrollo están relacionadas con el agua). Las cooperaciones transfronterizas para la gestión de los recursos también se han planteado, causando algunos animados intercambios entre los representantes de Turquía y Siria. Pero en última instancia, la política dio luz a un ratón. Esto impide al Foro, que no está respaldado por ninguna institución internacional, de tener una nueva dimensión.”
Aurore Gorius Le Point.fr
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